~. En realidad nunca entiendo nada, pero ésta vez no me hago preguntas porque con vos no tengo dudas. Porque te ví, te dejé entrar, cerré la puerta y te elegi. Y no me arrepiento. Me hacés bien. Siempre estás, en los momentos de mucho altibajo, poca llanura... aguantándome el alma... con el cuerpo a la mitad. Gracias por cruzarte en mi camino y querer compartirlo, que funcione o no, que esté bien o mal, vivirlo con vos para mi es la gloria. Gracias por compartir los silencios, que a veces lo dicen todo, gracias por compartir tu tiempo y querer estar al lado mío siempre. Por hablarme y decirme siempre lo que necesito escuchar

No hay comentarios:

Publicar un comentario